TEATRO E INTERVENCIÓN SOCIAL

Desde la perspectiva social, el teatro es portador de pautas de integración porque es uno de los actos colectivos por excelencia: es un trabajo de grupo y un acto social que se realiza delante de un público. De entrada la participación en un grupo implica un sentimiento de pertenencia social y, en este caso, en un grupo que tiene un objetivo común basado en el trabajo conjunto, en búsqueda de la expresión y no de la competición.

Proyecto de Teatro social "Donde los ríos se unen". Fotografía: Roberto Vizcaíno.

El movimiento de Teatro social es todavía muy desconocido en España y existe gran confusión acerca de lo que es teatro social.  Algunas opiniones consideran que todo el teatro es social porque es un acto de comunicación entre personas: actores y público.

Lo cierto es que la base teórica del teatro social surge de la exportación de la tesis del dramaturgo, escritor y director de teatro brasileño Augusto Boal (1931 – 2009), que desarrollo en los años 60, que se da en llamar el Teatro del oprimido, el método y formulación teórica de un teatro democrático, del pueblo, orientado concretamente a transformar al espectador en protagonista de la acción y ayudarle a resolver conflictos reales apoyándose, entre otras en la idea que “cualquiera puede hacer teatro, incluso los actores”.

El Teatro del Oprimido es un sistema de ejercicios físicos, de juegos estéticos, de técnicas de imagen y de improvisación donde construir los medios artísticos del teatro al servicio de una pedagogía de la responsabilidad y la autonomía. Esta propuesta cree que cada individuo está capacitado para enunciar propuestas indispensables sobre su condición y sus caminos.

Este concepto de teatro tan amplio, desmonta la imagen que tenemos del teatro y de la cultura en general, reservada a los especialistas y a una élite social, utilizándolo también como elemento terapéutico, agente de cambio social o instrumento educativo. Este subgénero teatral tiene como objetivo “mostrar el teatro como herramienta para resolver conflictos desde otra perspectiva, aprovechando la imagen y el movimiento de los cuerpos”.

Los asuntos que toca el teatro social son muy variados y reivindicativos, aborda temas como violencia de género, discriminación racial, anorexia, alcoholismo, explotación laboral, etc.
Las técnicas para desarrollarlo, que reciben influencia del teatro épico de Bertolt Brecht y de la Pedagogía del Oprimido de Paulo Freire, son las que comprenden unos juegos iniciales para actores y no actores, y tienen por objeto transformar al espectador en protagonista de la acción dramática y, "a través de esta transformación, ayudar al espectador a preparar acciones reales que le conduzcan a la propia liberación".

En definitiva, el teatro social trata de democratizar la cultura: de facilitar caminos de expresión, creación y comunicación individuales, grupales y comunitarios. Es un modelo democrático que ayuda al individuo a elaborar sus propuestas y a dotarlas de un espacio donde expresarlas.

A modo de ilustración de teatro foro, os dejo un vídeo del proyecto "Barrios nómadas", realizado en el barrio de lavapies de Madrid, dirigido por La Rueda Teatro Social y el Nuevo Teatro fronterizo de José Sanchís Sinisterra:

En la próxima entrada os contaré sobre el proyecto de teatro social "Donde los ríos se unen", en el que participé.

Un saludo.